Volvamos la vista atrás para
recordar la 3ª edición de EL PODER DE LA VOZ y todo lo que supuso.
Ciertamente, la saga continúa y,
jugando con esta idea, quisimos constatarlo a la hora de elegir los actores y
actrices que formaron parte de la tercera edición. Los Jara, los Jenner, los
Cantolla y los Mediavilla son una muy buena muestra de la calidad transmitida
de padres a hijos.
Si te perdiste la oportunidad de
verlo (y sentirlo) en vivo y en directo, aquí te dejo el evento al completo,
para tu disfrute.
O si lo prefieres, aquí van “en
pildoritas” cada uno de los textos que preparé para la ocasión.
Empezamos fuerte, recordando a Constantino
Romero. Sus trabajos como actor de doblaje y como presentador, su carisma y su
carácter, sus frases y lo que nos han despertado a lo largo de una vida que se
truncó demasiado pronto. De la voz de Jesús Olmedo hacemos un merecidísimo
homenaje al Maestro porque se lo merece, porque estamos en su tierra y porque,
a pesar de los años transcurridos, le echamos de menos como el primer día.
Los Jara, Sandra e Iván, nos
llevaron a una estación de tren, de cualquier ciudad, donde una joven espera o
desespera, mientras es observada por uno de los vigilantes de seguridad que
patrullan por el recinto. Ironía, cinismo y presuposición mezclado con unos
timbres de voz que nos arrancan una sonrisa amarga y nos despiertan emociones
empáticas al vestirse de unos personajes que, cualquiera de nosotros, podemos
encontrar mañana en nuestra estación de cabecera.
Los Jenner, David y Miguel ángel,
nos llevan de paseo en un taxi en el que, como si de una película se tratase, vemos
la transformación mágica y sentimental de los personajes. Ternura y franqueza
sobre ruedas de la mano de padre e hijo. Una historia de final suave, lento,
pero plausible, donde se nos muestra una
realidad al desnudo.
Los Cantolla, Héctor y Gustavo,
nos introducen en la agobiante atmósfera de una casa en la que un escritor
intenta terminar la novela de su vida. Tensión, terror, humor negro y
surrealismo encerrado entre cuatro paredes donde LA VOZ, nunca mejor dicho, se
hace imprescindible para seguir y comprender la historia. Un cuento que, por
primera vez en EL PODER DE LA VOZ, es interrumpido por el aplauso espontáneo
del público que se dejó llevar por la historia y por los actores que la dieron
vida.
Los Mediavilla, Nuria y Jose
Luis, con la colaboración “en diferida” de su padre Pepe Mediavilla. Un cuento
a tres bandas donde el sarcasmo y la mordacidad luchan por el control de una
empresa de publicidad. Lucha de sexos, lucha de carácter, lucha cotidiana que no
es más que el reflejo de la realidad que se esconde tras los cristales de
cualquier rascacielos de cualquier ciudad.
Os aseguro que fue una edición
única, cargada de sensaciones, de momentos para recordar, de anécdotas, con
alguna que otra ausencia y con un público entregado que no quería abandonar las
butacas. Por ese motivo, el presentador de la gala, Jesús Olmedo, acabó por
invitar a las parejas de actores a que tomaran la palabra, para deleite de los
allí presentes.
Espero que la magia que vivimos
en Talavera aquella noche traspase la pantalla y os haga vibrar y emocionaros
con las voces que llenaron el Teatro Victoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario